domingo, 20 de diciembre de 2009

WARMA KUYAY

Relata el amor de Ernesto hacia Justina, una joven belleza andina que servía en la hacienda de su tío, enamorada del Kuto, el mejor partido del lugar. Ernesto no entendía cómo Justina, una bonita cholita, podía fijarse en un indio tan feo (el Kuto). Justina era alegre, mientras que el Kuto era tosco. Ernesto siendo el sobrino de uno de los patrones, tenía catorce años y se sentía enamorado de Justina que sus cantos y coqueteos le pertenecían al Kuto. No había esperanza para él, se enamoro del Kuto que pronto seria su marido. Pero no se habían percatado (Ernesto y el Kuto), que otro hombre miraba a Justina. Era Don Froylán, un dueño de hacienda, quien era casado y tenia 9 hijos. Un día, cuando se bañaba con los niños, la violó. Con rabia, el Kuto se lo contó a Ernesto, que no podía creerlo. Don Froylan, el socio de su tío había abusado de Justina. Ernesto conminó al indio a tomar venganza. Pero el Kuto, se sentía incapaz de matar a Don Froylán (su patrón). Tal vez Ernesto cuando crezca y siendo abogado haría algo, pero él Kuto no, porque seguiría siendo el novillero de los patrones. Su odio lo descargaba con los animales a quienes golpeaba, quizá pensando que golpeaba a Don Froylan. El Kuto se fue de la hacienda a otro pueblo, ante el llanto de la tía de Ernesto, que lo quería como hijo. Desde allí, la hacienda se quedó sin El Kuto (Indio que robaba los suspiros de Justina). Ernesto se quedó, mirando de lejos a Justina quien olvidaba sus tristezas cantando.

CRITICA (KARLA SANCHEZ CHAMOCHUMBE)


La fabula me parece muy tierna (por el amor que parecía puro) de Ernesto hacia Justina, pero al final no quede satisfecha por que queda como inconclusa, teniendo varias interrogantes por mi parte. A pesar de eso recomiendo que se tomen un tiempo y la lean por que plasma el abuso por parte de autoridades hacia indios inocentes.